Eras el ser que más quería, siempre me escuchabas, nunca reclamabas, simplemente callabas.
Tu silencio no me molestaba, es más me gustaba, no importaba si prestabas toda la atención posible o no, para mi sólo bastaba con hablarte.
Muchas veces te lo dije, en un tono bajo o distraído: te quiero...., tu nunca entendiste pero yo era feliz por que a pesar de no entender mi lenguaje, tu me lo demostrabas, de una forma en que los dos nos entendiéramos, el afecto.
Como olvidar el primer día que llegaste a mi. Tan chiquito, tímido, nervioso, solo pensabas en salir corriendo o esconderte lo más lejos posible de mi.
El tiempo fue pasando y nuestros lazos fueron creciendo cada vez más, tu jugabas, yo te miraba y sonreía, era tanta la alegría que me entregabas con tu forma de ser que ahora la logro valorar.
Es difícil este momento, en el cual sabíamos que iba a llegar, a lo mejor no lo tenias tan claro como yo, pero eso ya no importa.
Todo comenzó a ir mal, primero pensamos que era un simple resfrío, que pronto pasaría. El tiempo nos demostró lo contrario. Se que al darme cuenta era demasiado tarde, pero intente hacer todo lo que estaba a mi alcance. Sabía que no dormirías bien, te acurruqué junto a mi para asegurarme que nadie te cuidaría mejor.
Tu silencio no me molestaba, es más me gustaba, no importaba si prestabas toda la atención posible o no, para mi sólo bastaba con hablarte.
Muchas veces te lo dije, en un tono bajo o distraído: te quiero...., tu nunca entendiste pero yo era feliz por que a pesar de no entender mi lenguaje, tu me lo demostrabas, de una forma en que los dos nos entendiéramos, el afecto.
Como olvidar el primer día que llegaste a mi. Tan chiquito, tímido, nervioso, solo pensabas en salir corriendo o esconderte lo más lejos posible de mi.
El tiempo fue pasando y nuestros lazos fueron creciendo cada vez más, tu jugabas, yo te miraba y sonreía, era tanta la alegría que me entregabas con tu forma de ser que ahora la logro valorar.
Es difícil este momento, en el cual sabíamos que iba a llegar, a lo mejor no lo tenias tan claro como yo, pero eso ya no importa.
Todo comenzó a ir mal, primero pensamos que era un simple resfrío, que pronto pasaría. El tiempo nos demostró lo contrario. Se que al darme cuenta era demasiado tarde, pero intente hacer todo lo que estaba a mi alcance. Sabía que no dormirías bien, te acurruqué junto a mi para asegurarme que nadie te cuidaría mejor.
Al otro día me di cuenta que las cosas empeoraban, los síntomas eran aún peor que antes, gritabas de dolor y yo sin poder hacer nada más que acariciarte y decirte que estarías bien, que pronto pasaría.
Trataba de ayudarte, pero no sabía como, te abrigaba, te cuidaba, te limpiaba y acomodaba.
Esa tarde llegaron a mi mente las interrogantes del cómo, cuándo, donde y porqué?, lastima que no podría encontrar las respuestas, pues sólo tú las sabías.
Tu cuerpo ya no reaccionaba, ni siquiera podías caminar de un lado a otro sin caer al suelo.
Las emociones se apoderaban de mí, pero intentaba hacerme la fuerte con motivo de que nadie me viera así.
De repente fijo la mirada en ti, pero hay algo que me tiene inquieta, no veo movimiento. Pongo mi mano junto a tu pecho para sentir los latidos del corazón, pero no los logro encontrar, ¿Será que ya te has ido? ¿Será que ya no volverás?.
Es imposible contener mis lagrimas pues ya se que te perdí, quizá aun estas frente a mis ojos pero solo durará unos minutos antes de que te vayas. Se que fue lo mejor para ti, por el sufrimiento que llevabas contigo, mi cabeza lo entiende, pero mi corazón aun no lo asimila.
Te tome entre mis brazos para sentirte una vez más, ya que sería esta la última, pues te tendrías que marchar...y esta vez para siempre.
1 comentario:
es dificil... la vida :s
aveces no se entiende...
y pocs entenderan tu afecto por
tu gato...
:s
te kero
aiox
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